El Burgos CF regresaba al Plantío con la misión de prolongar su momento excelso de forma ante uno de los gallos de la categoría, un Granada CF que estrenaba técnico en su visita a Burgos, y que iba a comenzar con intensidad un choque de situaciones antagónicas. Los de Bolo, con varias victorias consecutivas en su haber, saltaban al verde con las novedades de Ojeda, Pipa y Morante en una formación inicial de garantías y que buscaría imponer su juego desde el inicio. Primeros minutos en los que ambas formaciones buscaban su espacio, con un Burgos CF generador de las mejores ocasiones, enfocando su acción principalmente por banda derecha, con protagonismo claro para Álex Sancris en los duelos individuales. Enfrente, el equipo nazarí se abonaba a los contragolpes como medio de llegada a meta rival, con Tsitaishvili como conductor y Uzuni como amenaza principal en punta de lanza.
El periodo repartía posesión y dominio para ambos contrincantes, en una primera parte con bastantes interrupciones y con la disputa por el control de la zona medular como argumento principal. La entrada por costados constituía la principal baza de ambos ataques, con los locales ejerciendo como animadores principales de una contienda igualada, pero en la que los de Bolo disfrutaban de más llegadas que su rival. Buenas internadas, y buen control de la circulación del esférico, hacían del Burgos CF el líder en la iniciativa del juego, con buenos acercamientos, bien repelidos por la poblada defensa rival. El tramo final del periodo traería sendos acercamientos por ambas partes, con protagonismo para un balón aéreo que asumió gran parte del desarrollo de un partido táctico y rígido hasta el momento.
El segundo tiempo comenzaba con la peor de las noticias posibles. El Granada aprovechaba un balón largo, y la duda en la disputa por parte local, para ganar el balón a través de Uzuni, quién filtraba un pase preciso para la llegada de Tsitaishvili, para que consiguiera el primer gol de la tarde. Jarro de agua fría para la parroquia local, y el Burgos CF que se veía obligado a remar a contracorriente. El banquillo blanquinegro se movía, dando entrada de una tacada a Borja, Lisandro, Espiau y David González. El bloque adelantaba líneas de presión y las ocasiones comenzaban a sucederse en el campo rival. Buenas combinaciones interiores y llegadas desde segunda línea que obligaban a la defensa nazaría a emplearse a fondo para evitar el tanto del empate.
El esfuerzo blanquinegro se vería plasmado a veinte minutos del final, con un gran centro a balón parado de David González, que Licha López empujaba a la red en una gran incorporación desde atrás. El empate, sin embargo, iba a durar muy poco, ya que, a renglón seguido, Trigueros culminaba una gran jugada colectiva para poner por delante al Granada CF. Pero hoy era día de El Plantío, día de no rendirse, y el Burgos CF no iba a vender su piel fácilmente. El bloque sumaba metros y ambición, y tras una buena jugada, y rechace de la zaga visitante, Borja Sánchez empalaba un derechazo desde la frontal, que se convertiría, a la postre en el gol del definitivo empate a dos. Tanto de nivel, y reparto de puntos en un partido vibrante hasta el final.
